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Gracias al avance de la inteligencia artificial y otras innovaciones tecnológicas los aviones autónomos serán una realidad muy pronto. Pero, ¿cuánto nos falta de verdad para volar en aviones sin piloto en el transporte aéreo comercial o privado?

Aviones que vuelan solos: el futuro del transporte aéreo

Los aviones autónomos serán una realidad muy pronto: los avances en inteligencia artificial ya han permitido realizar vuelos preliminares, pruebas para "taxis voladores" y emplear drones autónomos. Pero, ¿cuánto nos falta de verdad para volar en aviones sin piloto en el transporte aéreo comercial o privado?

¿Cuánto nos falta de verdad para los vuelos autónomos?

En los últimos años, grandes marcas como Tesla han invertido mucho en el desarrollo de vehículos autónomos. Actualmente, con los primeros coches autónomos en tierra, la industria de la aviación espera llevar estas innovaciones al transporte aéreo.

Boeing

El gigante de la aviación Boeing sigue invirtiendo mucho en el campo de los vuelos sin piloto a través de su filial, Aurora Flight Sciences, con nuevas aeronaves autónomas, aviones solares y helicópteros no tripulados. En la última década, la empresa ha efectuado un primer vuelo autónomo de prueba con un vehículo aéreo de pasajeros (PAV) - diseñado específicamente para Uber Air -, ha construido un avión solar no tripulado semejante a un ala gigante y ha creado una aeronave, Centauro, preparada para el vuelo autónomo.

Boeing también ha probado con éxito un avión no tripulado para la Marina de Estados Unidos que está preparado para repostar aviones en el aire. En 2021, el MQ-25 T1 se convirtió en el primer avión no tripulado en repostar a otra aeronave, y ya se ha incorporado al portaaviones USS George H.W. Bush en sus maniobras.

Airbus

En junio de 2019, Airbus probó su taxi aéreo autónomo Vahana. El prototipo monoplaza, alimentado por baterías, puede alcanzar velocidades de hasta 160 km/h y recorrer hasta 56 kilómetros, con alas giratorias para despegar verticalmente antes de volar como un avión.

Airbus también ha empezado a integrar la tecnología de autoconducción en sus aviones comerciales. Su proyecto ATTOL para aterrizaje y despegue de taxis autónomos ha logrado los primeros despegues y aterrizajes basados en visión completamente automatizados del mundo usando tecnología de reconocimiento de imágenes a bordo.

Otros actores clave

Varias marcas compiten para construir el primer taxi autónomo viable y superar a la generación de aviones eVTOL (despegue y aterrizaje vertical eléctrico) pilotados. La empresa californiana Wisk (propiedad de Boeing y de la firma Kitty Hawk, del cofundador de Google Larry Page) podría certificar su avión autónomo hacia 2028. Por otro lado, la startup estadounidense Xwing completó en 2021 un vuelo totalmente automatizado "de puerta a puerta" con un Cessna Caravan 208B.

El avión eVTOL de Archer Aviation promete llegar al mercado a finales de 2024, transportando distancias de casi 100 kilómetros a cuatro pasajeros a velocidades de hasta 240 km/h. Y en el Reino Unido, la empresa británica Autonomous Flight está desarrollando una aeronave autónoma con baterías de litio que podría llevar pasajeros desde el aeropuerto londinense de Heathrow hasta el helipuerto de Battersea en solo 12 minutos.

Los retos de los vuelos autónomos

Gran parte de la tecnología necesaria para el vuelo autónomo ya está disponible. En cierto modo, la industria de la aviación está probablemente más preparada para los aviones autónomos que sus homólogos en tierra, dado que el entorno es más sencillo (sin peatones, sin señales, etc.). Sin embargo, todavía hay que superar una serie de obstáculos antes de que estas aeronaves sean utilizadas por el público en general.

Durante décadas, la mayoría de los aviones han necesitado dos pilotos para manejar los controles de cabina. Muchas compañías aéreas exigen oficialmente que en todo momento haya un mínimo de dos pilotos en cabina y no se certifican aviones de transporte con uno o ningún piloto. Volar aviones autónomos es demasiado arriesgado para las aerolíneas porque las aseguradoras aún no pueden darles cobertura.

Además, estudios recientes demuestran que la mayoría de la gente mira con recelo el auge de los aviones autónomos por miedo a los fallos tecnológicos. Según un informe de la CNBC, el 70% de los encuestados no volaría en el primer avión sin piloto que saliera al mercado. Sin embargo, están más dispuestos a subirse a uno a medida que la tecnología se consolide, y el 58% admite que podría ser pasajero de un avión autónomo en los próximos 10 años.

Además de los problemas relacionados con el control del tráfico aéreo, también preocupa la seguridad de los sistemas de a bordo de estos aviones. En la actualidad, los pilotos tienen el control absoluto de su aeronave, mientras que los aviones autónomos dependen de los ordenadores y la IA para tomar todas las decisiones. Sigue habiendo dudas sobre cuáles serían los protocolos de seguridad en caso de que estos sistemas se vieran comprometidos, ya sea por un error o por mediación malintencionada de un tercero.

El transporte de mercancías podría adelantarse

Ante el gran número de pasajeros aprensivos, la industria de la aviación podría recurrir primero a vuelos autónomos de aviones de mercancías de menor escala para ganarse su confianza y, de paso, aprender con los problemas de la vida real.

La empresa estadounidense Elroy Air espera ofrecer a todos los habitantes del planeta envíos en el mismo día utilizando aviones autónomos que pueden transportar cargas de hasta 230 kilogramos aproximadamente y recorrer unos 485 kilómetros por vuelo. Sus drones de carga podrán despegar y aterrizar en lugares de difícil acceso con una zona de aterrizaje equivalente a solo seis plazas de aparcamiento, lo que los hace ideales para transportar tanto mercancías comerciales como ayuda humanitaria a lugares aislados.

Los aviones sin piloto podrían llegar a ser imprescindibles

Tras la baja demanda durante la pandemia, parece seguro que mientras el sector de la aviación se recupera no faltarán pilotos disponibles para trabajar. Sin embargo, un estudio de la consultora Oliver Wyman estima que la oferta de pilotos durante la recuperación no será suficiente.

El estudio de la empresa muestra que la escasez de pilotos a nivel mundial comenzará a notarse en algunas regiones en torno a 2023, y posiblemente antes. También predice un déficit de unos 34.000 pilotos para 2025, aunque en última instancia esta cifra podría llegar a los 50.000.

El auge de los aviones autónomos reduciría la necesidad de pilotos, lo que ahorraría dinero a las aerolíneas y resolvería los problemas de personal. Además, los recelos ante posibles fallos también podrían disiparse con el tiempo. Una investigación del gigante bancario suizo UBS demostró la ventaja de los aviones autónomos sobre los controlados manualmente, ya que se elimina la amenaza de error humano por parte de los pilotos. Los programas informáticos especializados podrían desarrollarse y transferirse fácilmente a los aviones sin piloto, y dado que estos solo controlan manualmente el avión durante una media de tres a seis minutos, parece que su función podría acabar siendo redundante.

Aunque usted todavía no pueda viajar en un avión que vuele solo, sí puede hacerlo en un jet privado, que es igualmente emocionante sobre todo si dispone de una gran variedad de aeronaves donde elegir.

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